Ebony Stevenson, una estudiante universitaria de 18 años, para el 2019 tenía un fuerte dolor de cabeza por lo que fue a dormir como habitualmente hacía. Pero esta vez, no pudo despertar de manera natural y solo lo hizo cuatro días después con la noticia de que se había convertido en madre de una niña.
Pero, ¿cómo fue posible que esto sucediera? Mientras que Stevenson, originaria de Manchester, Reino Unido, dormía, sufrió una serie de ataques parecidos a las convulsiones que la llevaron directo al hospital, en donde fue puesta en un coma inducido, reportó The Independent.
De acuerdo con los especialistas, los ataques que se presentaron el 2 de diciembre fueron el resultado de la preeclampsia, una condición de la gestación que puede ser detectada durante los controles natales y que requiere una cesárea de inmediato. Esta complicación es potencialmente severa y se caracteriza por presión arterial elevada.
A pesar de todas estas señales, el cuerpo de Stevenson no mostraba signos de embarazo, no existía protuberancia alguna en su vientre y tampoco había perdido su período durante los últimos meses. Sin embargo, padecía de una condición muy poco común que se registra en una de cada 3.000 mujeres: había nacido con dos úteros.
Mientras que el feto se desarrollaba en uno de sus úteros, el otro continuaba con su proceso normal de los períodos.
Los doctores consideran que esta fue la causa principal por la que nadie, ni ella misma, había notado el embarazo hasta llegar al hospital, en donde descubrieron que probablemente los fuertes movimientos de las convulsiones habrían hecho que el bebé se moviera y se hiciera visible.
De inmediato fue sometida a una cesárea, y tres horas después del primer ataque que reportó al madre de la menor al sistema de emergencias, la bebé había nacido.
“Despertar del coma para que me dijeran que había estado embarazada y que había dado a luz a una niña fue abrumador”, dijo la joven.
Mientras su caso era tratado, al otro día de haber ingresado al hospital, el 3 de diciembre, la joven tuvo a su hija Elodie, a quien solo pudo conocer tres días después de que la sacaran del coma.
“Conocer a mi bebé fue tan surrealista. Fue como una experiencia extracorporal”, comentó Stevenson.
El nacimiento de Elodie fue considerado por los doctores como inusual, puesto que solo uno de sus úteros estaba conectado a un ovario a través de una trompa de Falopio, lo que reducía las probabilidades de concebir de la madre.
“Los médicos dijeron que Elodie era una bebé milagrosa, ya que las mujeres con su condición a menudo tienen dificultades para concebir o llevar el embarazo a término”, dijo Sheree Stevenson, la madre de Ebony.
Elodie pesó siete libras y 10 onzas (3.5 kg) lo que llevó a los especialistas a determinar que nadie había notado el embarazo porque la bebé se alojó en el útero que estaba más cerca de la espalda de la joven madre.
“Suena horrible ahora, pero les pedí que se llevaran a la bebé porque estaba muy confundida y segura de que habían cometido un error”, dijo Elbony mientras recordaba los primeros instantes tras haber recuperado la conciencia.