La intervención de la labioplastía es un proceso muy sencillo, solo se emplea anestesia local, la operación puede durar de 20 a 25 minutos y hasta dos horas, en función de la modificación estética que se vaya a realizar, puede irse a la casa una vez terminada la operación.

Lo que se hace con la intervención es eliminar la abundancia de piel en los labios menores, corrigiendo las anomalías que puedan existir.

Los riesgos que  existen en las intervenciones quirúrgicas son mínimos: sangrados, infecciones y problemas de cicatrización. Esta operación no deja marcas visibles.

Elegir a un buen médico para realizar la labioplastia y seguir sus consejos de cuidados dados por el especialista es la mejor forma de evitar complicaciones.

La labioplastia no afecta a la sensibilidad de la zona, debido a que los nervios de los genitales externos no pasan por los bordes de los labios menores, que es el área que se interviene.