Durante la menopausia muchas mujeres experimentan un aumento de colesterol total, así como una disminución del colesterol HDL (colesterol bueno), lo cual deja a la mujer desprotegida frente a las enfermedades cardiovasculares. No hay que olvidar que un nivel de HDL elevado es un factor protector de las enfermedades cardiovasculares, es por ello que a esta edad la tasa de infartos entre hombres y mujeres se iguala. Durante esta etapa también es muy común observar un aumento de la tensión arterial. Para disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares es importante tener en cuenta:
Reducir el consumo de grasas saturadas, trans y colesterol (presentes sobre todo en carnes y derivados). Aumentar el consumo de grasas insaturadas (aceites de oliva, girasol, margarina, frutos secos, pescados azules). Disminuir el peso si existe sobrepeso u obesidad, controlar el aporte de sal en la alimentación. También hay que evaluar el riesgo global, como antecedentes familiares y personales, síntomas sospechosos como molestias torácicas, dificultad respiratoria, palpitaciones, mareos, pérdidas de conocimiento o dolor en los miembros inferiores al caminar. La exploración física y un electrocardiograma en reposo permitirán calcular la probabilidad de poder padecer una patología cardiovascular».