Las estrías son marcas visibles en la piel, que suelen tener un aspecto de líneas finas y alargadas. Generalmente, son de color blanco o rosado pálido y se forman cuando la piel se estira o se encoge rápidamente debido a cambios de peso, crecimiento durante la adolescencia, embarazo, entre otros factores.
Las estrías suelen aparecer en áreas del cuerpo como abdomen, muslos, glúteos, senos y brazos.
Aunque las estrías son inofensivas desde el punto de vista médico, pueden ser motivo de preocupación estética para algunas personas.
Existen diferentes opciones para tratar las estrías, como cremas tópicas, tratamientos con láser, microdermoabrasión, peelings químicos y terapias con radiofrecuencia.
El tratamiento con láser es una de las opciones más efectivas para mejorar la apariencia de las estrías, ya que ayuda a estimular la producción de colágeno en la piel y a reducir la pigmentación de las marcas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los resultados pueden variar según el tipo de piel y el estado de las estrías, por lo que es recomendable consultar con un especialista antes de decidir el tratamiento más adecuado.
Además, es fundamental mantener una buena hidratación y cuidado de la piel para prevenir la aparición de nuevas estrías.