Los órganos del aparato reproductor femenino los constituyen los genitales internos y externos y juntos comprenden el sistema reproductor femenino, permitiendo las actividades sexuales y reproductivas.
Los órganos genitales externos se encuentran en el perineo, una zona fibromuscular que comprende la vulva y el ano. Los órganos genitales externos (vulva) están bordeados por los labios mayores, que son bastante voluminosos, carnosos.
En conjunto se conocen como la vulva y están compuestos por las siguientes partes:
Clítoris: Órgano eréctil y altamente erógeno de la mujer y se considera homólogo al glande masculino.
Labios: En número de dos a cada lado, los labios mayores y los labios menores, pliegues de piel saliente, de tamaño variables, constituidas por glándulas sebáceas y sudoríparas e inervadas.
Monte de Venus: Una almohadilla adiposa en la cara anterior de la sínfisis púbica, cubierto de vello púbico y provisto de glándulas sebáceas y sudoríparas.
Vestíbulo vulvar: Un área en forma de almendra perforada por cuatro orificios, el meato de la uretra, el orificio vaginal, las glándulas de Bartolino y las glándulas parauretrales de Skene.
La forma y apariencia de los órganos sexuales externos femeninos varía considerablemente de una mujer a otra.