Los principales factores de riesgo involucrados en la aparición del prolapso estarán determinados por la edad de la paciente, ya que son más frecuentes después de la menopausia, más aún en la etapa de senilidad.
Los cambios hormonales en la menopausia afectan a la capacidad de sostén de los tejidos y el envejecimiento provoca debilidad muscular.
También los múltiples partos, con mayor valoración si han sido traumáticos; la obesidad; los trabajos físicos desarrollados a lo largo de su vida; y también la mala calidad de los tejidos de su fisiología.
Las enfermedades del colágeno en ocasiones son familiares (genéticas), o adquiridas.
Por lo tanto, podemos ver que existen:
Factores Presdisponentes: ser mujer, factores neurológicos y anatómicos, patología muscular, fisiología del colágeno y factores ambientales.
Factores Estimuladores: parto, lesión neurológica o muscular, fractura de tejidos, cirugía radical o radiación del suelo pélvico. Incitan o provocan que suceda el prolapso.
Factores Promotores: obesidad, tabaquismo, tos crónica, enfermedades pulmonares, menopausia, infecciones, ciertos medicamentos, estreñimiento, ciertas profesiones, actividades recreativas y de ocio. Favorecen su aparición.
Factores Descompensadores: envejecimiento, demencia, debilidad, estar enferma y también algunos medicamentos. Provocan una situación desestabilizadora que favorece su aparición.
Su origen básicamente es multifactorial, con lo cual podemos estar antes tejidos defectuosos, sometidos a presión abdominal normal, o tejidos normales sometidos a una alta presión abdominal, de forma crónica.