Es el procedimiento destinado a devolverles a los músculos vaginales la tonicidad perdida por partos o por el envejecimiento, o el procedimiento destinado a reconstruir o a cambiar el aspecto de la vagina ya bien sea por razones estéticas o no.
Este tipo de operación reconstructiva debe ser hecha por los ginecólogos, ya que son ellos los que tienen mayor experiencia con la anatomía de la zona, y en ese tipo de operaciones se trabaja a milímetros tanto de la vejiga como del recto, siendo posible provocarles lesiones como perforaciones o fístulas si no se actúa con el debido cuidado.