Los queloides, cicatrices gruesas y elevadas que se forman después de una herida, cirugía o quemadura, son una condición cutánea que afecta a millones de personas en todo el mundo. Estos pueden ser estéticamente molestos y, en ocasiones, dolorosos. Sin embargo, un avance prometedor en su tratamiento ha llegado a través de la terapia láser, que ha demostrado ser eficaz en la reducción y manejo de estas cicatrices.
Los queloides son un tipo de cicatriz que se forma cuando el tejido cicatricial crece de manera excesiva durante el proceso de curación de una lesión. A diferencia de las cicatrices normales, que se desvanecen con el tiempo, los queloides pueden expandirse fuera del área original de la herida, llegando a ser más grandes y gruesos. Esta condición es más común en personas con piel oscura, pero puede ocurrir en cualquier tipo de piel.
Terapia láser
Recientemente, la terapia láser ha surgido como una alternativa eficaz para tratar los queloides. La técnica utiliza haces de luz concentrada para penetrar en la piel y trabajar sobre la cicatriz. Dependiendo del tipo de láser utilizado, el tratamiento puede ayudar a reducir el tamaño, el color y la textura del queloide.
¿Cómo funciona la terapia láser?
El láser trabaja de dos maneras principales. Primero, el láser fracciona el tejido cicatricial, lo que puede disminuir la densidad y el grosor de la cicatriz. Segundo, promueve la formación de una nueva capa de piel más saludable, ayudando a que la cicatriz se mezcle mejor con el tono de la piel circundante. Los resultados pueden ser visibles después de varias sesiones, que suelen realizarse con un intervalo de semanas.
Beneficios del tratamiento
1. Reducción del tamaño y grosor de los queloides: El láser puede disminuir la apariencia de la cicatriz, haciendo que se vea más plana y menos prominente.
2. Mejora estética: La terapia mejora el color de la cicatriz, reduciendo el contraste con la piel circundante.
3. Poco invasivo: A diferencia de otras opciones, como la cirugía, la terapia láser es menos invasiva y tiene un menor riesgo de efectos secundarios.
4. Recuperación rápida: La mayoría de los pacientes experimentan poco tiempo de recuperación, lo que les permite continuar con sus actividades diarias sin mayores inconvenientes.
Aunque la terapia láser muestra resultados positivos en muchos pacientes, no todos los queloides responden de la misma manera. Factores como el tamaño, la ubicación de la cicatriz y el tipo de piel pueden influir en la efectividad del tratamiento. Además, se recomienda realizar un diagnóstico adecuado y consultar con un dermatólogo especializado antes de optar por esta opción.
La terapia láser se ha establecido como una alternativa prometedora para tratar los queloides, ofreciendo a los pacientes una opción menos invasiva y con buenos resultados estéticos. Con la continua investigación y los avances en la tecnología, se espera que este tratamiento se convierta en una herramienta clave en la dermatología, brindando alivio y confianza a quienes padecen estas cicatrices difíciles de tratar.