La atrofia vaginal, se conoce también como vaginitis atrófica, y debido a una menor cantidad de estrógeno provoca un adelgazamiento, sequedad e inflamación de las paredes vaginales, dolor en las relaciones sexuales, prurito y escozor al orinar y con el láser puede mejorar todos estos síntomas. Es un tratamiento eficaz y muy inocuo.
Una sesión del láser puede durar de diez a quince minutos como máximo y se puede realizar en la consulta médica sin la necesidad del quirófano y el dolor suele ser inexistente.
Casi todas las sesiones se realizan sin anestesia, pero cabe destacar que cada mujer es diferente y siempre consultamos a la paciente si prefiere anestesia local.
La atrofia vaginal es muy frecuente en mujeres postmenopáusicas, pero también puede afectar a mujeres más jóvenes, sobre todo después del parto o durante la lactancia, sin embargo, la prevalencia es mucho menor.
Por una disminución de los estrógenos, que son la principal hormona sexual femenina, y es un problema frecuente en las mujeres durante la menopausia, tanto así que afecta a la mitad de ellas en su funcionalidad sexual, en su calidad de vida, persistiendo estos síntomas años si no se toman las medidas oportunas.
La atrofia vaginal, para muchas mujeres es dolorosa y provoca síntomas urinarios angustiantes.
Si experimenta el síndrome genitourinario de la menopausia, busca tratamiento, no te sienta avergonzada de hablar de tus síntomas con tu médico, pídele una consulta si presentas sangrado o manchado vaginal inexplicable, secreción inusual, ardor, dolor o dolor durante las relaciones sexuales.
La actividad sexual regular, puede ayudar a prevenir el síndrome genitourinario de la menopausia. Ya que aumenta la circulación sanguínea en la vagina, lo que ayuda a mantener sanos los tejidos vaginales.