Cuando se menciona el virus del papiloma humano (VPH), muchas personas piensan de inmediato en el cáncer cervicouterino. Si bien es cierto que algunos tipos del virus están relacionados con este tipo de cáncer, no todas las infecciones por VPH derivan en enfermedades malignas. De hecho, una de las manifestaciones más comunes y tratables del VPH son las verrugas condilomatosas genitales, que pueden eliminarse con métodos modernos como la vaporización láser con CO2.
Se trata de un procedimiento ambulatorio en el que se utiliza un láser de dióxido de carbono (CO₂) para eliminar las verrugas causadas por el VPH sin dañar el tejido sano circundante. Esta técnica ofrece gran precisión, rápida recuperación y excelentes resultados estéticos, ya que no deja cicatrices visibles ni marcas permanentes.
Uno de los mayores problemas asociados al VPH es la desinformación. Muchas personas, al recibir un diagnóstico positivo, se alarman y buscan respuestas en internet, lo que puede aumentar el estrés innecesariamente. Si bien es bueno mantenerse alerta, es importante entender que la mayoría de las verrugas genitales no están asociadas a lesiones cancerígenas, ya que son provocadas por tipos de VPH de bajo riesgo.
No obstante, estas lesiones deben ser tratadas, ya que además de ser contagiosas, pueden multiplicarse con el tiempo si no se controlan.
El tratamiento con láser de CO2 se lleva a cabo en varias sesiones, dependiendo de la evolución de las lesiones. En la primera consulta, se eliminan todas las verrugas visibles. Luego, se deja pasar una semana para que otras verrugas incipientes, no visibles en la primera revisión, puedan manifestarse. Así se aseguran mejores resultados en la siguiente sesión.
Antes del procedimiento, se aplica anestesia líquida y local para evitar molestias. También se limpia y desinfecta cuidadosamente la zona con soluciones antisépticas como betadine. El láser se aplica directamente sobre cada verruga con un impacto suave, sin carbonizar la piel ni dejar cicatrices. El resultado: una eliminación efectiva y estética de las lesiones.
Gracias a la anestesia, el procedimiento es bien tolerado. Algunos pacientes pueden sentir una leve picazón o ardor, pero es una molestia mínima comparada con otros métodos más invasivos.
Las verrugas genitales pueden parecer inofensivas, pero son una señal de alerta clara de infección por VPH. Por eso, es fundamental acudir al especialista y mantener un seguimiento adecuado. El tratamiento no solo mejora el aspecto físico, sino que también previene complicaciones futuras.
Una vez finalizado el procedimiento, se informa a la paciente sobre la seguridad y efectividad del tratamiento. Es importante que las personas con VPH entiendan que tener una verruga no significa automáticamente que tengan cáncer, pero es esencial tratar estas lesiones para evitar problemas a largo plazo.
El tratamiento con láser de CO2 es una opción segura y eficaz para la eliminación de verrugas condilomatosas. Con este tipo de tratamientos, las personas infectadas por el VPH pueden mantener su salud genital sin necesidad de recurrir a métodos invasivos o dolorosos. Si tienes verrugas o sospechas que podrías estar infectado, no dudes en consultar a un especialista. La información correcta y un tratamiento adecuado son claves para mantener tu bienestar.