En general, los riesgos asociados a las cirugías de reducción de labios menores son muy bajos y con el láser se reducen aún más. Entre las complicaciones más comunes si se realiza la cirugía tradicional se encuentran el sangrado, la aparición de hematomas e infección, así como asimetría, una mala cicatrización de las heridas y sobrecorrección o subcorrección de los labios, pero si utilizamos el láser Monalisa Touch los riesgos dependerá de la paciente de si esta no sigue la indicaciones médicas.
Uno de los riesgos más preocupantes de una labioplastia es que se elimine demasiado tejido. “Puede ocurrir si el médico no es cirujano vaginoplástico o no tiene experiencia en este tipo de procedimientos. “Si se elimina demasiado tejido, no se podrá volver a colocar en su lugar y el resultado será poco natural. Además, si los cortes no se realizan con precisión, los labios pueden tener una forma rara y grosera. Las pacientes también pueden presentar asimetría”.
De ahí la importancia de encontrar un cirujano experimentado para limitar esos riesgos. “Aunque se trate de un cirujano plástico colegiado, debes asegurarte de que tenga experiencia en este tipo de intervención. “Los procedimientos fallidos se producen cuando el cirujano no está capacitado o nunca lo ha hecho”.