Las mujeres se someten a este procedimiento por diversas razones. Pueden someterse a una labioplastia por motivos estéticos, por ejemplo, para tener unos labios más simétricos, eliminar los bordes oscuros si tienen un ‘ideal rosa’ o para reducir unos labios más grandes de lo que les gustaría.
Algunas personas se someten a la labioplastia para sentirse más cómodas, ya sea a la hora de mantener relaciones sexuales o hacer ejercicio, ya que a veces los labios son demasiado largos y se introducen en la vagina durante el coito o se irritan al caminar o practicar deporte.
Muchas mujeres pueden sentirse cohibidas en la intimidad debido a su apariencia, lo que podría animarlas a someterse al procedimiento. En el caso de las mujeres que experimentan cambios en los labios después del parto, la labioplastia se puede incluir en su ‘cambio de imagen de mamá’ para devolver a la vulva su apariencia antes del parto.
Los medios de comunicación y la pornografía también pueden motivar a las mujeres a someterse a una cirugía de labioplastia. Sabemos que las imágenes de labios más pequeños que transmiten los medios de comunicación influyen en las mujeres. De cierta forma, se convierte en un círculo vicioso. En algunos países puede ser ‘obsceno’ ver los labios colgando, de manera que las empresas pueden elegir actrices con labios más pequeños o los editan digitalmente para poder vender sus fotografías o vídeos pornográficos en más mercados. Por desgracia, eso crea la falsa impresión de que los labios suelen ser pequeños, aunque no es así. Existen labios de todo tipo, formas, tamaños y colores”.
El aumento de la demanda de labioplastia no se debe al deseo de encajar en la imagen que transmiten los medios de comunicación, sino más bien a que las personas tienen más acceso a la información sobre el procedimiento y a la propia intervención.