No está comprobado que exista la presencia del COVID-19 en la leche materna, en tal sentido, la madre puede alimentar a su bebé, ya que es la forma idónea de alimentación de cualquier recién nacido, no existe ninguna alimentación que pueda suplantar o sustituir la lactancia materna, explicó el Dr. Jou Fernandes.
La leche materna tiene los beneficios que ningún alimentos aporta al bebé, e incluso también favorece a la madre.
Beneficios de una madre que amamanta a su niño:
Disminuye la incidencia de depresión postparto, estadísticamente demostrado.
Disminuye el riesgo de cáncer de mama.
Disminución del peso corporal de la madre, (casi todas las mujeres cuando terminan el período de la gestación quedan con unas libras de más).
Y lo más importante es el apego, la relación que genera con su hijo al estar tan unida en los primeros momentos del nacimiento del niño.
Beneficios para un niño que es amamantado por su madre:
Vitaminas.
Minerales.
Carbohidratos.
Protección de los anticuerpos que la madre le pasa al niño.
“Lo más grande y hermoso de la lactancia materna, es lo que representa para el niño, tiene todo sus nutrientes que necesita, para su desarrollo una vez nacido” dijo Dr. Fernandes.
El doctor también señaló que en el medio ambiente hay contaminaciones propias del medio que el niño al nacer no está en capacidad de protegerse adecuadamente.
Cuando un niño nace, y es amamantado inmediatamente por su madre, empieza a transmitirle los anticuerpos que ya ella creó, para esas enfermedades propias del medio ambiente, por ejemplo infecciones respiratorias, intestinales que le producen diarrea, crisis de broncoespasmo y asma. Además, puntualizó que la leche materna se digiere fácilmente y, por consiguiente, el niño tiene pocas posibilidades de hacer un estreñimiento.
Dijo que toda madre una vez que nace su niño debe pegarlo al pecho a no más de 30 minutos después nacer, y posteriormente debe alimentarlo a libre demanda, esto quiere decir que cuando el niño tiene el efecto de succión el estímulo de succionar debe inmediatamente incorporarlo al seno materno para que se alimente a libre demanda.
Osea cada vez que el niño lo amerite, en el caso de la lactancia materna no se alimenta el niño por horas, se alimenta cada vez que así lo pide, porque el niño tiene la manera de comunicarle a la madre cuando quiere que le den el seno.
Ahora bien, existe el riesgo de contaminación del COVID-19 al amamantar a su hijo, para estos fines, la mamá debe tener una adecuada protección para que el niño no sea contaminado.
La madre debe cuidarse y protegerse adecuadamente ya que la respiración es la vía de transmisión directa del COVID-19 en el aerosol de la conversación del habla, al toser o estornudar quedan partículas del COVID-19, que el niño puede tomar y contaminarse posteriormente.
La recomendación es una adecuada y estricta protección, para mantener al niño a distancia dándole el seno.
Si la madre se encuentra en un estado de gravedad o no tiene las condiciones físicas para amamantar al niño, lo que se procede es hacer un ordeño de la leche materna, para de esta manera entregársela al familiar que está autorizo para que este sea el alimento.
Con esto garantizamos que esta condición de alimentación expedita para que el recién nacido no elimine o corte ese vínculo, que garantiza la lactancia materna, que es la única y la mejor forma de alimentación, durante los primeros 6 meses de vida.
El agua no está indicada para el niño porque la leche materna le proporciona los líquidos necesarios con los electrolitos exactos que el niño necesita para desarrollarse sano y sin enfermedades.
Las madres con COVID-19 pueden amamantar siguiendo estos consejos que hemos dado.