Lejos de ser un procedimiento estético, la regeneración vaginal busca corregir problemas funcionales y recuperar la calidad de vida de la mujer.
Desde hace unas décadas atrás, los grandes avances en tratamientos con láser han conseguido que se puedan mejorar y curar muchas patologías del suelo pélvico, logrando que el tejido vaginal aumentase la producción de colágeno. De esta forma, las mujeres que habían visto como la elasticidad de la zona íntima se había deteriorado a consecuencia de alguna alteración hormonal o un parto, han podido recuperar el tono muscular y la sensibilidad perdida.
Ante las situaciones de atrofia vulvo-vaginal que no responden a los hidratantes vaginales, estrógenos locales o, incluso, un modulador selectivo de los receptores estrogénicos, los tratamientos láseres “pueden y deben ser una alternativa. En casos de incontinencia de esfuerzo, leve o moderada, cuando los ejercicios específicos de suelo pélvico no dan los resultados necesarios, y antes de una cirugía, la realización de un láser vaginal puede recomendarse como solución intermedia.”
El tratamiento también puede resultar enormemente beneficioso para aquellas mujeres que acaban de ser madres. Tras un parto la vagina se distiende y causa una serie de síntomas entre los que se encuentran la incontinencia urinaria, sensaciones de relajación de vejiga y recto, o falta de sensibilidad en las relaciones sexuales.
Si después de 6 meses de dar a luz y haciendo ejercicios de suelo pélvico no se ven resultados de mejora, el láser vulvo-vaginal es la solución para acabar con esta alteración sin someterse a una intervención quirúrgica.
Dentro de la tecnología para tratamientos íntimos, tenemos el láser MonaLisa Touch, que ha revolucionado la salud íntima femenina. Se trata de una técnica no invasiva diseñada para acabar con los síntomas tales como picor genital, irritación, lubricación vaginal deficiente, sequedad vaginal e incluso dolor durante el coito. Sin riesgo de efectos secundarios y un período de recuperación mínimo.
La energía lumínica se aplica directamente en el tejido, estimulando la formación de colágeno y favoreciendo la renovación de la piel, que gana grosor y suavidad.
La rápida atenuación de los síntomas unido a las ventajas mencionadas anteriormente está haciendo que cada vez más mujeres confíen en este procedimiento al ver que sus efectos beneficiosos se mantienen en el tiempo, incluso una vez finalizado el tratamiento. La demanda es exponencial y, por ello, debemos estar preparados para darle una respuesta profesional adecuada.
DE YAHOO