El láser es una técnica ambulatoria, que utiliza el calor para estimular la producción de colágeno de las células de la zona vaginal y sustituir las capas más secas de la piel por células nuevas. Produce colágeno y elastina en el tejido subcutáneo para que en esta mucosa haya mayor lubricación y humedad, mejorando los síntomas permitiendo a la mujer estar como antes de la menopausia.
El láser es efectivo y sus estudios lo avalan, funciona muy bien a nivel de vagina, mucosa y área vulvar para corregir la falta de lubricación vaginal.
No produce lesiones a nivel superficial sino en las células que realmente lo necesitan.
Por lo general se realizan dos sesiones cada 21 días para que la piel y el tejido cicatricen de manera adecuada y así no exceder la energía del láser para que la piel tenga tiempo de recuperarse.
La paciente debe ser evaluada por el médico, debido que este procedimiento no puede realizarse en mujeres que no tengan control ginecológico reciente para descartar patologías adicionales.
La paciente no puede tener infecciones urinarias, debe tener una citología normal, y en el caso de pacientes con sangrado irregular está contraindicado si no se han tratado previamente.
El láser vaginal, una solución «práctica y eficaz» para sequedad, dolor o incontinencia
Las ventajas del láser vaginal radican en que «resulta indoloro y se realiza de manera ambulatoria». El número de sesiones dependerá, del tipo de caso y tratamiento de la paciente.
No requiere de anestesia y apenas tiene efectos secundarios, más allá de un leve enrojecimiento o hinchazón durante 24-48 horas.