Cada día vienen mujeres a consultas con fugas de vejiga, con lo cual es un problema más común de lo que imaginamos.
Vemos a seguida a mujeres que no quieren salir más de su casa por los escapes de orina que sufren. Siente vergüenza, pero pronto descubre la ropa interior desechable ideal para incontinencia, y sin consultar al médico celebra el hallazgo y retoma su vida llena de felicidad.
Debe comenzar con el paso correcto, consultar al médico para conocer las causas que están ocasionando un escape urinario que, posteriormente, puede convertirse en más que un chorrito.
Y es que la incontinencia urinaria le ocurre tanto a mujeres como a hombres. Las causas son variadas y aunque no necesariamente están vinculadas con una enfermedad subyacente, la próxima vez que tenga que correr al baño porque le entraron unas ganas repentinas e incontenibles de orinar, considere agendar una cita con un especialista.
La incontinencia urinaria o pérdida del control de la vejiga es un problema frecuente y que puede abarcar la pérdida de orina ocasional -como ocurre cuando estornudamos, tosemos o reímos y se nos escapa un chorrito- hasta la urgencia repentina de orinar.
Aunque se suele relacionar con el envejecimiento, esto no es una consecuencia obligatoria de envejecer, es decir, ni todas las personas mayores sufren de incontinencia, ni los jóvenes están exentos de tener esta experiencia.
Por su parte el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos explica que la incontinencia urinaria le ocurre tanto a hombres como a mujeres por causas comunes, como infecciones de la vejiga, estreñimiento, diabetes, sobrepeso u obesidad, y obstrucción de vías urinarias, por un tumor o cálculo urinario, entre otros.
También hay causas específicas para mujeres y hombres. En el primer caso, los músculos del piso pélvico se pueden debilitar por situaciones como embarazos, partos, traumatismos o lesiones (como agresión sexual, por ejemplo), prolapso de los órganos pélvicos e incluso, la menopausia. Los hombres, por su parte, podrían desarrollar incontinencia urinaria junto con problemas de la próstata. De manera que pueden ser muchas las causas, algunas preocupantes otras, la mayoría no tanto, pero si no atendemos este problema (que avergüenza) a tiempo, sí podría convertirse en algo mayor.
Entre los hábitos que podemos ajustar para minimizar las posibilidades de sufrir de incontinencia urinaria están evitar alimentos que causen estreñimiento; evitar o disminuir el consumo de alcohol, evitar y disminuir el consumo de cigarrillos; practicar una actividad física consecuente y diaria.
Además, incorporar los conocidos ejercicios de Kegel a nuestra rutina será de gran beneficio, pues fortalecer los músculos de esa zona ayudará a contener la vejiga por más tiempo. Para practicarlos con eficiencia, quizás sea también de mucho beneficio consultar con un fisioterapeuta. Los especialistas diseñarán incluso un plan de entrenamiento de la vejiga, o recomendarán el tratamiento más adecuado.
Si cambia nuestra cotidianidad por esta causa, o se siente dificultad para orinar o vaciar la vejiga, o se observa sangre en la orina y dolor en la vejiga, la vista al especialista requiere de urgencia. Aprovechemos que se trata de una condición frecuente para hablarlo con nuestros médicos sin tabúes.