A los labios menores, también se le conoce como ninfas y se encuentran por dentro de los labios mayores, se extienden desde el capuchón del clítoris, formando un prepucio, hasta rodear el orificio de la uretra, la vagina y terminar en la llamada horquilla perineal, a pocos centímetros del ano.
Los labios menores son ricos en vasos sanguíneos y glándulas sebáceas. En la zona posterior se unen formando el frenillo del labio menor.
El revestimiento de los labios menores es distinto al de los labios mayores, es una membrana mucosa que está inervada e irrigada, por lo que son más sensibles, de color más rosado y no tienen glándulas sudoríparas ni folículos pilosos.
La coloración, el tamaño y la apariencia general de los labios varían extensamente entre una mujer y otra. En algunas mujeres, los labios menores están prácticamente ausentes, mientras que en otras pueden ser carnosas y protuberantes. A menudo son asimétricos. Durante la estimulación sexual, los labios se llenan de sangre, típicamente hinchándose y oscureciéndose o bien enrojeciéndose.
La cirugía de labiaplastía es una cirugía cosmética controvertida que reduce, crea o cambia la forma de los labios menores.