Si estabas pensado en unirte a la moda del ‘Peegasm’ para llegar al orgasmo, ya te estás olvidando; podrías provocar un mal mayor solo por unos segundos de placer. Es importante orinar después de haber tenido sexo.
De hecho, beber agua e ir al baño a orinar (o viceversa) son las dos medidas preventivas más sencillas para no contraer infecciones después de haber mantenido relaciones sexuales. La orina ayuda a la eliminación de las bacterias con las que se haya podido tener contacto durante el acto sexual, por lo que es una de las medidas más sencillas, y con la que mejores resultados se pueden obtener.
Pero eso no es suficiente, en realidad puedes hacer mucho más por tu sexualidad. Si quieres intentarlo, aquí tienes las pautas a seguir para garantizar la correcta protección y cuidado de tu zona íntima, paliando a su vez repercusiones sobre la salud a nivel general.
Mantente hidratada
La zona vaginal puede sufrir irritación y sequedad en innumerables ocasiones provocada por periodos de estrés, lactancia, ingesta de anticonceptivos orales o menopausia, entre otros; por lo que se recomienda la utilización de productos que ayuden a mantener una correcta hidratación.
Al margen de los productos específicos de venta en farmacias, los ginecólogos recomiendan tener en casa algunos ‘remedios’ naturales (que se pueden conseguir fácilmente) para ayudar tanto en el alivio del propio picor, como en la regeneración de la zona afectada.
Algunos de estos son:
– Aloe Vera. Esta planta puede mejorar tu vida sexual ya que es un hidratante natural por excelencia y sus beneficios para la salud vaginal son igual de positivos que para el resto de la piel. Es uno de los productos que más ayudan en el control de la sequedad de esta zona.
– Infusión de manzanilla. Ayuda a reducir la irritación y sensación de comezón, gracias a su capacidad antiinflamatoria.
– Yogur natural. Este producto no solo aporta beneficios para el aparato digestivo, sino que aplicado sobre afecciones de la piel ayuda a calmar los picores, e igualmente funciona sobre la zona vaginal.
– Aceite del árbol del té. Tiene propiedades antimicrobianas, por lo que con unas simples gotas se pueden eliminar las bacterias que alteran el pH vaginal, así como la sequedad y los malos olores.
– Cúrcuma. Esta especia contiene también propiedades antibacterianas que potencian el flujo vaginal, evitando la sequedad y previniendo posibles infecciones.
– Caléndula. Esta flor ayuda en la cicatrización de heridas o el alivio de la piel irritada del área vaginal.
A pesar del uso recomendado de estos productos naturales, es importante siempre consultar con un especialista, ya que existen particularidades según la mujer, y la sequedad puede ser un indicio de otras patologías de mayor gravedad.
Chequea la zona y no pases por alto los cambios
Si esta situación se prolonga en el tiempo y no se toman las medidas apropiadas, puede ocurrir que se produzcan pequeñas lesiones en la vagina y el cérvix.
Evita las ETS
Las enfermedades de transmisión sexual pueden ser fácilmente prevenibles con la utilización, por ejemplo, de medios anticonceptivos de barrera, que previenen contra el contagio por fluidos. Además, se recomienda extremar las medidas higiénicas y, como señalábamos al principio, orinar tras las relaciones sexuales para evitar infecciones de orina.
Tras la orina, lo ideal es siempre lavar tanto la zona genital como las manos, cara o cualquier zona que haya estado en contacto con los órganos sexuales. Lo mejor es emplear un jabón específico para el área genital con agua templada que, además de limpiar la zona, ayudará a refrescarla y retablecer el pH especificado de la zona. Además, si se emplea algún gel hidratante, este ayudará a hidratar y aliviar cualquier síntoma de irritación.
Asimismo, beber agua después de haber tenido sexo ayudará, tanto a provocar las ganas de ir al servicio como a la hidratación del cuerpo a nivel general. En cuanto a las duchas o lavados vaginales, muchas mujeres tienden a efectuar un lavado excesivo. Hay que evitar siempre el uso de productos no indicados (como geles corporales), ya que pueden dañar el pH de la zona, alterando la microbiota vaginal y potenciando a su vez la aparición de sequedad o lesiones mayores.
Otra medida que puede ayudar a cuidar tu zona íntima es utilizar ropa interior de algodón, cambiarla siempre que esté húmeda y evitar las prendas excesivamente ajustadas o sintéticas que favorezcan la sudoración de la zona íntima, llegando a producirse alteraciones de la microbiota vaginal.
Al ser una fibra natural, el algodón también es hipoalergénico, altamente absorbente y no irrita las regiones más sensibles, que son propensas a una mayor sensibilidad y humedad después del sexo.
Vacúnate frente al VPH
Dentro de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), la infección por VPH es una de las más comunes, y la principal causa de desarrollo de cáncer de cuello de útero.
En los últimos años se ha investigado mucho sobre ella, por lo que en la actualidad se cuenta ya con tratamientos que permiten tratar las lesiones que provoca, como verrugas genitales. Papilocare, en particular, ayuda en la regresión de las lesiones intraepiteliales y muestra grandes efectos en la negativización del VPH.
El VPH presenta un periodo de incubación de un año, y la persistencia de la infección es la causante de la aparición de cáncer en el cuello uterino, así como de cáncer anal, oral, faríngeo y de pene en el hombre, por lo que siempre es buen momento para una revisión ginecológica y para usar protección en tus relaciones sexuales.
Si detectas verrugas en tus genitales o en los de tu pareja, o cualquier manifestación no habitual como aumento de flujo maloliente, picor constante, sangrado durante el coito etc., pide cita con tu ginecólogo.
Potencia tu deseo sexual
Las mujeres también se enfrentan en muchas ocasiones a épocas de menor deseo sexual, incluso a coitos dolorosos. Sin embargo, estos trastornos y disfunciones pueden evitarse gracias a tratamientos específicos, y no hormonales (Libicare), que mejoran el deseo y la excitación sexual de la mujer. Además, hay otras estrategias como el ‘sexless’ que pueden servirte para reavivar la pasión.
Estos consejos pueden ayudar a mejorar las relaciones sexuales, a obtener una mayor satisfacción y en definitiva, a garantizar unas relaciones íntimas de calidad evitando riesgos, infecciones y futuras complicaciones.