Seguramente has escuchado hablar a acerca de la episiotomía durante el parto, o tú misma ya tuviste un bebé por esta vía y te la realizaron, quizás te quedó la duda de qué es o el por qué se te practicó este procedimiento.
La episiotomía es una incisión en la zona genital de las mujeres, más propiamente en el periné, que se realiza para mejorar la apertura vaginal durante la expulsión del bebé durante el parto.
La indicación precisa de realizarla es para prevenir desgarros perineales que puede ocasionar la salida del bebé, así como ayudar a abreviar el periodo de expulsión y ayudar a que se lleva a cabo más fácilmente para evitar el agotamiento materno, así como evitar que se pueda presentar sufrimiento fetal en ese momento, entre otros riesgos.
Este procedimiento no se realiza a todas las mujeres y será el médico quien de acuerdo a una adecuada valoración de la pelvis y del piso perineal, así como en el periodo de expulsión quien decidirá realizarlo o no ya que no debe de usarse de forma rutinaria.
Todo depende de la textura, la conformación del periné de la embarazada, las características y posición del bebé, y la presencia o no de partos precipitados o prolongados.
Se realiza por el personal Médico capacitado durante la atención del parto y siempre bajo conocimiento de la mujer, así como previo consentimiento informado el cual debió de firmar a su ingreso, explicándole los riesgos y beneficios de este procedimiento.
Posterior a la salida del bebé, de la placenta y todos los tejidos, se realiza una revisión de toda la zona y se realiza la reparación de dicha zona mediante colocación de puntos de sutura bajo anestesia local.
Ventajas de la episiotomía
– Aumenta la luz del canal de parto.
– Disminuye el periodo de expulsión.
-Evita el sufrimiento fetal.
-Puede minimizar y facilitar el tiempo de reparación que podría ser más tardado y complicado, que puede ocurrir cuando no se realiza y en el que se presentan múltiples desgarros en canal vaginal o perineal causados por las diferentes partes del cuerpo del bebé que atraviesan el canal de parto, principalmente la cabeza y los hombros.
¿Cuáles pueden ser las complicaciones?
Como todo procedimiento siempre existen complicaciones inmediatas, mediatas y tardías por lo que es importante los cuidados posoperatorios.
Entre estas complicaciones que usualmente se caracterizan por la formación de un hematoma, la dehiscencia y/o infección de la episiorrafia y que deben ser resueltas por los médicos una vez que sean identificadas.
Algunas de ellas dependen de las características físicas o inmunológicas de cada mujer, así como de los cuidados de la herida quirúrgica y es importante valorarlo al dar de alta a la paciente.