Un embarazo ectópico es una complicación del embarazo en la que el óvulo fertilizado o blastocito se desarrolla en los tejidos distintos de la pared uterina, como en la trompa de Falopio, ovario, canal cervical, cavidad pélvica abdominal.
Al embarazo ectópico también se le denomina cuando un óvulo fecundado se implanta fuera del útero y se da en uno de cada 50 embarazos.
El embarazo ectópico se produce por un trastorno en la fisiología de la reproducción humana que lleva a la muerte fetal, y es la principal causa de morbilidad fetal y materna en el primer trimestre con 2 o 3 semanas del embarazo.
El feto produce las enzimas que le permiten implantarse en diversos tipos de tejidos y, por tanto, un embrión implantado en otras partes del útero puede causar grandes daños a los tejidos en sus esfuerzos por alcanzar un suministro suficiente de sangre. Un embarazo ectópico es una emergencia médica y, si no se trata adecuadamente, puede poner en peligro la vida de la mujer.
Debido a que la mayoría de embarazos ectópicos ocurre en las trompas de Falopio, a estos es común que se los conozca como embarazos «tubáricos». Es importante detectar temprano este tipo de embarazo, ya que si el embrión sigue creciendo, puede provocar el rompimiento de la trompa de Falopio y causar un sangrado interno, que puede ser fatal. No hay forma de transplantar un embarazo ectópico al útero, o sea que la única opción es poner fin al embarazo.