La sequedad vaginal puede ser un problema en muchas mujeres posmenopáusicas. En esta enfermedad, los tejidos vaginales se vuelven más delgados y se irritan más fácilmente, por la disminución natural en los niveles de estrógeno de tu cuerpo durante la menopausia.
La actividad sexual o la estimulación vaginal con regularidad, con o sin pareja, ayudan a mantener los tejidos vaginales sanos en las mujeres después de la menopausia.
Algunas mujeres tienen sequedad vaginal cuando están pasando por la transición a la menopausia, provocando esto que las relaciones sexuales puedan ser dolorosas. Experimentando la mujer un endurecimiento de la abertura vaginal, ardor, picazón y sequedad (llamada atrofia vaginal).
Distintos estudios revelan que alrededor del 50% de las mujeres sanas mayores de 60 años presenta síntomas relacionados con la atrofia vaginal, relacionado con una sensación de sequedad vaginal, prurito, irritación, cierto grado de quemazón e incluso dolor en las relaciones sexuales.
La llegada de la menopausia provoca algunos cambios en el cuerpo de la mujer que van desde modificaciones en la figura corporal, y otra consecuencia de esta etapa es la aparición de la sequedad vaginal.
También suele aparecer pasados unos años después de la última menstruación, aunque puede presentarse de manera reversible en situaciones asociadas a un déficit de estrógenos como el puerperio o debido a determinados tratamientos antiestrogénicos que se utilizan en algunas enfermedades oncológicas y ginecológicas.