En las mujeres posmenopáusicas, la atrofia vaginal produce síntomas muy variados que va desde los sofocos hasta un aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. La atrofia vaginal puede pasar inadvertidas, u ocultadas por la paciente por vergüenza o por motivos religioso, por lo que sus síntomas pueden durar años si no se trata.
Síntomas:
Picazón e irritación en las paredes genitales
Aumento del pH vaginal, superando el 5.0 lo que puede suponer predisposición a la aparición de infecciones urinarias o vaginales
Inflamación y quemazón
Sensación de calor al orinar
Secreciones vaginales blanquecinas o leucorrea
Irritación por frotamiento en las paredes vaginales
Sequedad y escasa hidratación
Dolor durante el coito
Sangrado después del coito
Sensación de ardor al orinar
Urgencia de orinar
Necesidad de orinar a menudo
Infecciones urinarias recurrentes
Incontinencia urinaria
Sangrado leve después de mantener relaciones sexuales
Molestias durante las relaciones sexuales
Menor lubricación vaginal durante la actividad sexual
Estrechamiento y acortamiento del canal vaginal
La atrofia vaginal es el adelgazamiento, resequedad e inflamación de las paredes vaginales que ocurre cuando tu cuerpo tiene menos estrógeno. La atrofia vaginal se produce con mayor frecuencia después de la menopausia.